20 de agosto de 2009

Re-público

Atentos, Biolectores:

Hemos conseguido desenmascarar la historia de nuestro pasado. Fue una ardua tarea, pero lo conseguimos gracias a la gallardía de un sin fin de personas, a las cuales tendríamos que agradecer por su torpe descuido que nos llevó a un objetivo deseado. Casualidad del torpe, la llaman.
Al quitar el velo de aquella historia, reconocimos de inmediato un recuerdo. Estaba allí, pequeño y desnutrido, que vivió un prolongado período de tiempo acurrucado al resguardo de una máscara bizarra y llena de magnificencia.
Lo recogimos, lo amamantamos como a un vástago y lo lanzamos al aire para que, de una vez, extienda sus garras y se pierda en el inconmesurable cielo negro.

Entendemos que, frente a nuestra sacra experiencia, el theolector, considere nuestra perorata como un signo del desvarío contemporáneo del vértigo cotidiano. A aquél le decimos: "No desespere, lector. Que hay cosas menos pavotas en las que es necesario un verdadero patetismo y no en nuestra invisible fisonomía, que día a día se torna mas delineada y visible."
Eso diríamos, aunque no nos es agradable subestimarlo, lector.

Para dar fin a estas palabras, simplemente nosotros diremos:
"Que la fuerza esté contigo"
y usted responderá:
"...y con tu hígado"

Saludos,
Los ensañados.

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