No tenemos cabeza. La perdimos hace tiempo en un remate. Por esta razón (y por muchas otras) no estamos publicando.
¿Hado?, ¿Destino?... pavadas...
Nuestro hígado ha sido roído, nuestros dedos mutilados y nuestros ojos se inclinan a pensar en lágrimas que no derramamos nunca, lágrimas concretas...
"¿Se ensañaron?" ha llegado a su fin. Pero la tozudez (nos encanta que esta palabra posea dos zetas) mueve montañas. Por ello, hemos decidido desistir de la idea de no continuar.
Un ambiguo y confuso saludo desde las entrañas mismas del ensañamiento.
P.D. virtual: Pronto conocerán la verdadera sangre que corre por las napas subterráneas, para ese entonces, nosotros ya estaremos... ... más incongruentes que nunca.
YES!
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