14 de noviembre de 2010

Preguntas

Amoretoneados Lectores:

En la presente misiva queremos dar a conocer una serie de preguntas que nos desvelan a la hora de la siesta y nos adormece en plena tarea diaria. No son preguntas habituales e inevitables a cualquier psique humana (hemos perdido, por suerte, el último vestigio de humanidad hace algún tiempo) Son preguntas exclusivamente nuestras y que, dudamos, puedan acercarnos ustedes, lectoablectos, una respuesta acorde a nuestras expectativas de respuesta.


La primera y quizá la fundamental: ¿por qué solemos pensar que nuestro universo comienza en el mismo lugar donde termina el del otro y no a la inversa?

La segunda: ¿Por qué solemos girar la cuchara, a la hora de enfriar el café con leche o té, hacia la derecha?¿ tiene esto algo que ver con la ubicación elegida por los conservadores en el senado aquella vez de la famosa decisión legislativa?

La tercera: ¿Acabaremos alguna vez muertos o yacentes en una zanja a consecuencia  de nuestras palabras?

Cuarto: ¿Cuándo terminaremos este inútil palabrerío?

Sólo para esta última pregunta tenemos respuesta, es: Ahora. 
No pretendemos generar un "¿Se ensañaron? y la gente" Llamar a nuestros cronolectores de GENTE es el insulto más común en el que caemos comúnmente sin que reparamos en la carga peyorativa del término. Peor es cuando nos dicen GENTE y nosotros colaboramos con la idiotez. No, no queremos que sean gente, lectoescuchadoresdesupropiasvocescuandoleenenvozbaja, lo que pretendemos es ahondar un poco más en nosotros para ser lo más auténticos posible y no trasformarnos un el generador de obsecuencias para que se nos crea en el momento que necesitamos mentir en beneficio propio. No queremos ser la filmina más transparente en nuestra turbada mirada hacia la realidad.Simplemente ponemos a la vista nuestra subjetividad para incrementar el número de banalidades en el ciberespacio.

Les deseamos felices fiestas (y la menor cantidad posibles de encuentros con los  hipócritas en estos tiempos que se aproximan)

Atentamente,
Los ensañados.

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