Estamos alerta, oh, perfectolectores, respecto a la decisión de ciertas corporaciones a llevar adelante la caza de personas (mediante la utilización de una gran variedad de armas y métodos) que posean unas nalgas deseadas por aquellos clientes que los elijan a través de selectos catálogos que se encuentran en los consultorios de los cirujanos más importantes del planeta. Millares de personas por el mundo están marchando en contra de esta nueva iniciativa que lleva a los ciudadanos de menores recurso a cuidarse las espaldas (posean el trasero que tengan) por temor a ser acribillados para luego formar parte del cuerpo de alguien más.
Esta nueva propuesta corporativa obliga a las legislaciones internacionales a sancionar una ley en la que al momento de dejar las huellas digitales al momento de tramitar alguna documentación, también se les realice una fotografía de sus partes traseras para anexarlo en los catálogos. Lo que ha despertado el tedio (muchas veces inútil) de la sociedad toda.
La consigna de esta lucha en todo el planeta es “Los traseros no se tocan”. Existe una organización internacional que está llevando a cabo los reclamos en todas las capitales más importantes del mundo (es decir, dos o tres).
Consideramos que esta iniciativa deja en claro que somos parte un masa que nunca decide realmente lo que desea hacer consigo misma y que vivimos sometidos a los caprichos de unas personas a las cuales desconocemos pero idealizamos bellas, lozanas y con unas nalgas firmes y adorables.
Dejamos en claro, por este medio, bíblicos lectores, que estamos a favor de estar en contra de este nuevo arrendamiento del cuerpo de los ciudadanos comunes, dado que hoy vienen por nuestros traseros, mañana puede ser cualquier otra cosa.
Esta nueva propuesta corporativa obliga a las legislaciones internacionales a sancionar una ley en la que al momento de dejar las huellas digitales al momento de tramitar alguna documentación, también se les realice una fotografía de sus partes traseras para anexarlo en los catálogos. Lo que ha despertado el tedio (muchas veces inútil) de la sociedad toda.
La consigna de esta lucha en todo el planeta es “Los traseros no se tocan”. Existe una organización internacional que está llevando a cabo los reclamos en todas las capitales más importantes del mundo (es decir, dos o tres).
Consideramos que esta iniciativa deja en claro que somos parte un masa que nunca decide realmente lo que desea hacer consigo misma y que vivimos sometidos a los caprichos de unas personas a las cuales desconocemos pero idealizamos bellas, lozanas y con unas nalgas firmes y adorables.
Dejamos en claro, por este medio, bíblicos lectores, que estamos a favor de estar en contra de este nuevo arrendamiento del cuerpo de los ciudadanos comunes, dado que hoy vienen por nuestros traseros, mañana puede ser cualquier otra cosa.
Un saludo cordial,
Los ensañados.
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