La plaga es total. Se ha desatado desde hace lustros lo que para la vida de todo tipo y especie es letal. Lo que se pretende hacer al respecto es: nada.
La nada es la mejor acción aplicada por la misma peste. La reproducción y la diseminación de la plaga no tiene coto. Las recomendaciones más sotenidas por los entendidos en la temática es la de echar fuego sobre las masas pestilentes y ponzoñosas que invaden el orbe todo.
Pero, apesar de estos consejos, todo sigue igual. La nada de la peste, jactanciosa de su inactividad para autodestruirse, sumado al nada accionar de los entes que son perjudicados enormemente por la acción de este flagelo son el cultivo necesario y perfecto para su proliferación.
Poco tenemos para decir, porque este poco hacer resulta ser algo, más que:
Sea atento, tenga presente, que posee la solución a este cataclismo natural, a esta peste omnipresente, acaparadora-destructiva, especista y totalizante. La solución está ahí, cerca, sumida en su propio estómago, en su corteza cerebral, en su prepucio, en todo usted presente en tiempo y forma. Mátese, incéndiese o actue al respecto. Todo lo que haga, liberará al planeta.
Es una propuesta de
Se ensañaron?
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